Sólo por esta vez ella se detiene a pensar, pero sabe que no es la primera, siempre ha estado allí esa pésima idea. Hasta que aparece alguien, y ella piensa. Las comparaciones nunca han sido buenas, no son nada objetivas. Pero sabe que eso no importa. Y sabe que aunque su palabra esté sobre la mesa, a veces vale la pena darse la vuelta, y como si nada devolver esa bofetada, quizá sin intenciones premeditadas. Vale la pena?, se pregunta ella, creo que hace unas noches largas perdió la cuenta de las veces que se lo ha preguntado, sola en la oscuridad. Son todos los amaneceres resplandecientes? Pobre de ella, los años no le han enseñado nada. Siempre seremos eternos inexpertos en una vida con gracia esporádica. Y ella sabe que su gracia se ha ido esta vez, de nuevo.