De la tristeza, el daño y otras vainas.

Nada es eterno, creo que más de uno a experimentado esa sensación, sí esa misma, esa de que perdí algo. Algo muy importante, que creí elemental, pero mirando el problema desde afuera, no se ve tan grave.

Todo pasa por una razón, supongo, pero no me gusta ocuparme en responder preguntas cuyas respuestas siempre dejaran dudas, no me gusta preocuparme si eso del "destino" realmente existe, si cada uno de nosotros ya tenemos la historia escrita. Me choca eso, como se puede creer que haga lo que haga siempre voy a terminar haciendo lo que el "destino" tiene para mi.

Cada uno de nosotros tenemos en nuestras manos lo que será de nuestras vidas, las cosas que nos pasen. obviamente no podremos controlarlo todo, pero tenemos ese libre albedrío para decidir hacia donde vamos.

Así que si algo nos sale mal, a quién carajo culpar? Pues, a nosotros supongo. Nosotros nos complicamos la vida y la convertimos en un drama, o simplemente podemos ocuparnos en cosas que nos lleven a disfrutar de una buena cosecha.

Una vez leí, no recuerdo donde, que la tristeza la elegimos nosotros mismos. Si, irónico no? Yo elijo estar triste, me bloqueo y es verdad. Tengo una buena vida, nada opulenta eso sí, pero tengo una madre maravillosa, una familia agradable, buenos amigos, no paso hambre, tengo donde vivir, estudio, tengo muchas cosas que no tienen otros, debería estar brincando en una pata. Pero no. Tengo semejantes ovarios como para decir, "ay estoy triste" Nojodas, por eso me parece muy curioso eso de que nosotros elegimos la tristeza. Después de todo es sólo un estado de animo.

Entonces, volviendo al tema, todo pasa, todo termina, todo tiene su tiempo. Pero muchas veces a "algo" se le acaba su tiempo, llega su final y muere. Y eso nos llena de tristeza, tratamos de aferrarnos a "eso" que fue tan bueno en su momento que no nos damos cuenta del daño que nos hacemos al no querer soltar el pasado de una buena vez, nos bloqueamos al futuro, no vivimos con pasión el presente, y encima de todo estamos dejando que el panorama se nos ponga gris.

En fin, esas situaciones difíciles son nuestra obra y de nadie más, llevamos todo al extremo hasta que el problema explota, para después andar quejandonos que andamos tristes y que nos hicieron daño, cuando el daño no los causamos nosotros mismos al complicarnos la vida.