Recuerdos, fragmentos de vida. Serán reales o imaginarios? Cuando suelo no saber donde comienza la realidad y donde termina la fantasía, cuando confundo un momento real con el capítulo de un libro, ahí recuerdo que realmente no importa que es verdad o mentira. Todo es un punto de vista, puedes volar despierto, o puedes morir viviendo. Definitivamente prefiero volar, siempre he sido buena para eso. Y me voy, veo los techos de las casas bajo mis pies, paso por la tuya y no me atrevo a entrar. Si sólo me invitaras a pasar.
miércoles, marzo 16, 2011
Par de palabras.
Son sólo un par de palabras para recordarte que sigo aquí. Quizá ya no con aquella inocencia, aquella sonrisa de niña. Quizá no con las manos pintadas de sueños, ni con pájaros azules que ver volar en la mata de níspero. Quizá ya sin ganas de vivir en una montaña rusa.
Son sólo un par de inútiles palabras. Unos pensamientos que nunca existieron. Un paréntesis imaginario. Sal en mi herida. Ego para tus entrañas.
domingo, marzo 13, 2011
En la noche fría
Tus palabras, acertadas y frías. Desdibujan mi sonrisa. Se me cae a pedazos el castillo de arena blanca. Es una lástima que siempre tengas la razón de una u otra forma.
Leerte es darme cuenta de mis errores de dimensiones enormes, sin vuelta atrás. Aunque no vale la pena vivir si es para rectificar, mejor nos caemos en lo profundo de la oscuridad hasta que la luna nos ilumine la noche en un momento de compasión. Y así, por el camino de tierra caminar, ensuciarse los zapatos, llenarse la cara de desdichas, y sonreír. Porque, qué es la vida sin esa tristeza que nos suele embargar el alma, sentimos que vivimos, que sufrimos, que estamos aquí. Por algo los Dioses nos suelen envidiar. Oh, la sonrisa aún continúa allí, aunque realmente no sé bajo que pretexto.
viernes, marzo 11, 2011
De papel
Cada vez es una nueva hoja en blanco para dibujar el placer de formas diferentes. A veces unas mejores que otras, violentamente seductoras o tranquilamente apasionadas. Cada vez está tu piel y la mía con rayas azules y siento la tinta negra en mis costillas dejando el rastro de la luna que se colo por la ventana sólo para vernos morir y renacer entre uno y otro suspiro, entre un grito y un orgasmo diáfano que nos hace seres transparentes. Breves o eternos. Intensos o soñolientos. Pero siempre, seres de papel sudado, papel nuevo o usado. Papel para dibujar a la luna debajo de nosotros, donde está cuando volamos.
Si, tu sonrisa.
Llega y se instala sin ser invitada, hace un revuelo a su alrededor y me pone nerviosa. Me roba miradas, pensamientos y de a pedacitos mi cordura. Manipula mis sentidos sin ningún remordimiento. Esa sonrisa tuya es una descarada. Qué no me roba tu sonrisa!
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